Ahora que está de un hilito la aprobación del articulito 221A del proyecto de ley 369 del 2021 que impone más mordaza a los comunicadores Colombianos, incluida cárcel si la violan, debemos despedirnos definitivamente de intentar contar los secretos prohibidos de muchos de nuestros personajes públicos que posan de totalmente pulcros , inmaculados y honestos ¡que ironia! porque se codean con los dueños del poder. Será que algún día lejano se logrará revelar cositas como la cita semanal de un Presidente de la República con una reconocida presentadora de entretenimiento en exclusivo hotel boutique al norte de la capital, en la suite dónde la bañera debía estar llena con el agua a 36 grados de temperatura y la botella de champaña Viuda de Clicquot. bien fría para poner el retozo a tono cuando la pareja se encontrara en la cita “supuestamente“ clandestina? El Presidente ya jubilado entraba por el sótano y ella por la puerta principal. Obvio que no y menos ahora. O, las anécdotas de los vendedores de las joyerias más renombradas de Bogotá que se apostaban a la entrada de las cárceles con sus joyas más valiosas el día de visita entre semana cuando arribaban las instalaciones de las mismas modelos, ex-reinas, cantantes, algunas actrices de moda de esa década a visitar a los “duros“ guardados allí a cambio de estos costosos regalitos. O, la famosa vara de premios en cuya punta estaba la llave de un vehículo de alta gama para quien ascendiera a la punta por la vara embadurnada de grasa con sus cuerpos totalmente desnudos. Se asombrarían al conocer el nombre de una de las ganadoras. O, el misterio de muchos modelos hombres prepagos desaparecidos cuando se fueron a prestar un servicio donde los señores, porque entre ellos habían varios que gustaban de los de su mismo género. Todo quedará en la memoria de quienes conocemos los hechos y no se masificará porque ¿cómo?. Esto es parte de la historia moderna de Colombia. Esta reflexión a propósito de la publicación de dos libros que están causando furor en Mexico La biografía no autorizada de Vicente Fernández y el de “Emma y las otras señoras del narco“. dónde se menciona a la cantante y actriz Ninel Conde como protagonista de una subasta entre narcos por ella, la cual fué ganada por quién pago US$ 300.000 por ella. Obvio lo ha negado totalmente y se supone interpuso dos demandas contra la escritora. La pregunta es ¿alguien escribe sin tener el sustento de sus relatos? Nadie. De esas épocas tenebrosas en el país hay mucho, muchísimo que contar. ¿Quién se atreve con semejante censura y la que se viene? La ley mordaza lo impedira.
