A la persona ausente siempre se le llena de elogios, muchos justificados otros producto del compromiso social. No es el caso de Fernando Gaitán Salom, reconocido creador de historias, periodista, escritor, comunicador egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, conocido y admirado por las «poco agraciadas » del mundo entero a quienes reinvidicó en su famosísima telenovela «Betty la Fea», ganadora de infinidad de galardones de diferentes nacionalidades por la gran cantidad de versiones que le han hecho y especialmente ser incluida en los Guiness Récords precisamente por ser la más vista. Lo acompañan en su partida las lágrimas de todas esas mujeres grises, calladas, invisibles, trabajadoras, inteligentes, preparadas, esforzadas con pocas oportunidades en los universos dónde prima la estética impuesta por unos pocos que se creen los dueños de ella y quienes se vieron reconocidas, visibilizadas, queridas, homenajeadas en la novela cumbre de Fernando «Betty la fea», inspirada de acuerdo con sus palabras en las secretarias y otras trabajadoras del Canal R.C.N., al cual siempre estuvo vinculado, cuando las veía, interactuaba con ellas, observaba y las valoraba. Las reconoció precisamente en su dramatizado abordando éste tema universal y atemporal que siempre estará vigente, porque siempre habrá mujeres sin mayores oportunidades en el mundo laboral y social por no encajar en el estereotipo de las hermosas según algunos, aunque la belleza es subjetiva. Su llanto es sincero de verdad, verdad. «Paz en la tumba de Fernando Gaitán»
