El gran actor Colombiano Gustavo Angarita se siente solo en su hospitalización a pesar de estar siempre acompañado por su esposa, hijo, amigos, compañeros de profesión y familiares.  Quiere salir ya de la prisión dónde se encuentra recluido, según él que es la pieza de la Clínica dónde está. Quiere ser dado de alta cuanto antes.  Es el desespero normal de cualquier ser humano acostumbrado a trabajar, estar ocupado todo el tiempo y pendiente de los llamados de los directores para integrar algún elenco de producción nacional.  La mejor terapia para la rápida y definitiva recuperación del Maestro de Maestros de la actuación con más de cincuenta años actuando sobre sus espaldas es justamente una propuesta para desempeñar algún rol en una novela, seriado, obra de teatro, película.  Es un recorderis para los encargados de los casting en las productoras  que al desconocer el portafolio de actores y actrices de generaciones anteriores a la edad de ellos optan por envejecer a unos sin la experiencia, reconocimiento y poder de convocatoria de los mayores.  Recomendación: dénle una miradita concienzuda al talento actoral mayor de cincuenta años y encontrarán verdaderas joyas.  Ojalá y cuando Gustavo supere sus problemas de salud encuentra no una sino varias ofertas de trabajo.  Le subiria el ánimo inmediatamente.