Aunque despedimos con muchísimo sentimiento a Harold Orozco, uno de los formadores de la música de la nueva ola en Colombia, allá por los años sesenta y recordamos muchísimas de sus canciones y especialmente la música de la novela “Destino la ciudad”, como una enorme cantidad de jingles compuestos a lo largo de sus setenta años de edad, no hay que olvidar uno que lo lanzo a la popularidad para una marca de pilas concretamente las Eveready, dónde aparecía un gato deslizandose por una superficie mientras la música lo acompañaba con golpes y suspenso la cual vive en la memoria de todos los contemporáneos del calero Harold, que ahora dice adiós para irse a rememorar con sus amigos y colegas Vicky y Oscar Golden. Paz en la tumba de Harold Orozco, a quién le gustaba descansar los fines de semana en su finca cerca de Fusagasugá dónde se encerraba a crear más y más música, porque siempre estuvo activo. No en balde los temas del Noticiero C.M.I. y “Panorama” son de su autoría. Curioso que a pesar de tener a su compañera de dieciocho años Maria Auxilio nunca le produjo el disco que ella tanto quería. Así son las cosas. En casa de herrero azadón de palo. Paz en su tumba.