Ojalá y a un ciudadano común y corriente el insulto “mucho animal“ se lo lanzaran por su pericia en las lides del amor, y no por ser un bruto y hacer las cosas mal, porque esta segunda aseveración es la más conocida cuando le aplican a uno éste “piropo“ . La obra actuada por los talentosos Robinson Díaz y Alberto Barrero es toda una cátedra de comportamiento en el sexo por parte de los animales, no los de dos extremidades inferiores, sino los de cuatro, que en esto del comportamiento amoroso le dan sopa y seco al ser humano al tener claro que las cosas “como son y no como la sociedad nos diga que se deben hacer dentro de una camisa de fuerza impuesta por siglos de represiones religiosas principalmente. Es la oportunidad de mostrar el innegable talento histriónico de Robinson Díaz y su compañero de fórmula Alberto Barrero que igual va desde el drama visceral hasta la comedia. Oportuna por las referencias y sátiras a la política nacional e importante por devolvernos la esperanza y reencontrarnos de nuevo con la presencia del teatro en los grandes escenarios. Es el mejor indicativo que terminó la reclusión por la tiranía y peligro del Covid 19 y todo comienza a fluir. “Mucho animal“ se va de gira por Cali y Medellin y seguramente otras ciudades más que se agregaran por el camino. La invitación a verla, saldrá muerto de la risa y reconciliado con los animales porque seguro con algunos de los participantes en el desfile se identificará: puede ser el frío pinguino o el ardiente mono, pasando por el práctico pulpo, que deja su herramienta en casa cuando sale de ella, para dicho de su pareja sentimental. Para todos los gustos hay. Veála. No se arrepentirá.