Muy elegantes, muy circunspectos, juiciosos, todos con su respectivo tapabocas entraron los asistentes a la distinguida sala del Teatro Cafam, dónde una de las orquestas emblemáticas de América Latina celebró sus 81 años de vida. Era evidente quienes estaban allí rindíendole homenaje a la big bag encabezada por el maestro José Amable Frometa, hijo menor del fundador Luis Maria Frometa quién a su muerte tomó las riendas de la organización, camino nada fácil. Muchos obstáculos se ha encontrado por el camino. Lleno el recinto hasta las banderas, hasta faltaron sillas fué emocionante ver como personas con alguna discapacidad en sus piernas ingresaban ayudadas por sus familiares a acomodarse en su respectiva silla. La emoción cundía por todo lado y se exacerbó cuando iniciaron los primeros compases de los veinte maestros presentes en el escenario llenos de energia, entusiasmo, entrega y emoción. Ahi fue Troya; fuera carteras, prendas estorbosas y todo el mundo a bailar. unos con pareja y otros moviéndose en su asiento. La platea se convirtió en una pista de baile dónde todos desde chicos hasta adultos mayores se lanzaron a “mover el esqueleto“. Emocionante ver a un señor con su cabello plata, coger su elegante bastón como pareja para moverse al ritmo de las alegres canciones. No paro de bailar un sólo momento. Se gozó al igual que el resto de los presentes todos los clásicos de su amada orquesta. Las escaleras se volvieron parte de la gigantesca pista, tanto que “Chemas“ Escandón el reconocido hombre deportivo tuvo que llamar al orden, pidéndole al público despejar las vías de acceso sin que nadie le hiciera caso. Todo el mundo estaba en lo suyo: danzar. Noche inolvidable para los presentes en el memorable concierto que seguramente no se repetirá. Agradecimientos para Amable Frómeta tan cercano a nuestro país por darnos ese hermoso regalo de navidad a Colombia. ¡Te queremos Amable y a todos y cada uno de los integrantes de la “Billos Caracas Boys“.