Ofendidos, furiosos, salidos de entre los chiros se encuentran algunos de los promotores musicales más reconocidos de las principales disqueros y talentos por la desafortunada calificación que Alejandro Villalobos director de la Mega Radio, hizo de ellos, descalificándolos en su trabajo y calificándolos como «fastidiosos» supongo por la intensidad exigida por sus jefes para vender con argumentos positivos el producto a los directores de emisoras y por el ladito a los programadores. Tan indignados andan que de una comenzaron a sacar el rosario de prebendas obtenidas según ellos por Alejo gracias a sus buenos oficios o intervención ante los duros de sus empresas para lograr que el tema fuera programado en la emisora. «Gracias a nosotros recibió regalitos que el deseaba». En el medio ya sabemos de que se tratan estas peticiones más conocida como la vilipendiada «payola» que ronda en todos los niveles de algunas emisoras Colombianas. Independientemente de la figura ya gastada la verdad es que los promotores cumplen una labor definitiva e importantísima en la proyección de un éxito musical, porque ofician de relacionistas públicos, enlaces entre dos sectores en la cadena de lanzamiento de un nuevo tema. Se aguantan las humillaciones, los desprecios, la miradita por encima del hombro, las largas esperas en la porteria para que por lo menos les escuchen como se llama el producto que traen a promoción. Se engancho mal Alejandro, uno no muerde la mano que sabe tantos secretos de sus manejos. Ellos son trabajadores como cualquiera en su especialidad y hay que respetarlos. Escucho historias incontables. Esto se pone bueno.