Cuando «supuestamente» iba a salir de la Clínica Colombia dónde se encontraba recluido desde el pasado 6 de noviembre, Los especialistas no le dieron el alta y más bien decidieron seguirle el desenvolvimiento de su recuperación con más atención, detalle a detalle. Alfonso Ortiz, el reconocidisimo hombre de teatro, actor, director, maestro de maestros, actualmente en la repetición de «La Hija del Mariachi» novela de R.C.N. T.V. nos abandona en medio de la sorpresa, la tristeza y el dolor de muchos a su alrededor, especialmente su infinidad de alumnos hoy figuras en la actuación Colombiana. Amable, cordial, bonachón, sencillo jamás perdió su esencia, mucho menos su talento y conocimientos que lo llevaron a viajar por varios lugares del mundo, invitado a recibir reconocimientos pero especialmente a dictar talleres de su especialización por invitación de gente salida de su Escuela que sabían perfectamente el honor de tenerlo con ellos en sus sitios de trabajo. Constantemente iba a la gran manzana a trabajar especialmente, pero a otros lugares lo mismo. Innumerables son los roles protagonizados por Alfonso en obras de teatro, televisión y cine. Pero con su voz cautivó a los presentes en la presentación de «Siempreviva», la obra escrita por Miguel Torres sobre la toma del Palacio de Justicia, vista con los ojos de una familia residente en el Barrio La Candelaria y considerada una de las cinco obras de teatro más importantes del siglo XX en el país. Igualmente era el más buscado por los actores para que les ayudará a preparar los personajes encomendados hasta cuando ya sus viajes no se lo permitia, incluso no aceptaba roles en los dramatizados por el mismo: escacez de tiempo. Un importante legado le deja Alfonso Ortiz a la dramaturgia y las artes escénicas Colombianas. Descansa en paz. Un abrazo solidario para su hija, Leonor su esposa y Carolina Cruz su hija adoptiva.
