Mientras muchos especulaban sobre su separación por la falta de presencia juntos en las redes sociales, la pareja formada por Fredy Guarin y Sara Uribe seguían cada uno en sus actividades trabajando en pro del futuro de su unión. Por eso la gente se sorprendió cuando los vio a los dos en la inaguración del edificio de apartamentos construido por él en la ciudad de Ibagué, que por cierto han sido un negociazo de Fredy, con grandes inversiones en bienes inmobiliarios y en dónde estaba presente su familia incluido el rey de la misma: el pequeñin Jacobo, ya de un año de edad. Pero lo mejor fué la enorme sorpresa recibida por los niños de la Fundación de Fredy «Cucharita de amor» ubicado en uno de los barrios dónde creció el futbolista en la capital Tolimense, cuando el 8 de enero del 2020, llegó él deportista cargado de regalos para sus protegidos. Y según quienes presenciaron la emotiva ceremonia no fueron cualquier cosa, no, buenos i útiles presentes. Que se sepa éste Fundación la lidera la hermana médica del jugador y adelanta su labor de ayuda de manera silenciosa, muy discreta como dice el refrán «Haz el bien y no mires a quién». Por eso en Tolima adoran a Fredy, que es algo más que un famoso jugador y estrella en las redes por el ya pasado de moda capítulo del triángulo amoroso. Chévere que otros jugadores hicieran éstas labores sociales con los más desprotegidos. Bien por Fredy que ya superó muchos de los malos comentarios que a veces se leen las redes. Está más allá del bien y el mal. Lo mismo va para Sara, aprendió.
