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Los amarillitos es el nombre cariñoso con el cual se reconoce en Colombia a los taxistas prestadores de buen servicio a sus clientes.  Curiosamente el conductor de uno de estos vehículos anda casi que llorando por culpa de uno de nuestros actores, con quien tenía un contrato de transporte para el y sus hijos el cual cumplía rigurosamente hasta cuando se acumulo una deuda de más de dos millones de pesos sin recibir ningún abono a ésta cantidad.  Pues nuestro conductor tiene el dedo mocho de tanto marcarle a Juan Carlos Messier, de él se trata que ya no le contesta el teléfono y anda desaparecido del panorama.  Lo ha buscado hasta debajo de las piedras y nada.  Ha ido «al apartamento allá no le dan razón, a la tienda del frente y tampoco».  El actor Samario no responde a ninguno de los llamados por eso el señor conductor ha decidido mandarle mensajes a través de los medios de comunicación para que aparezca y le pague la cuentica que a él hace hueco que le hace en sus finanzas.   Así Juan Carlos atienda el llamado de su anterior servidor y páguele de una vez por todas.  Lo tiene llorando.