Tan buen escritor y creativo es Gustavo Bolivar que se craneó la anti-campaña para la presentación de su nombre al próximo Congreso de la República 2018-2022, por las listas de Gustavo Petro.  La anunció por las redes sociales con éxito total dado el discurso escrito justificándola.   Es la campaña del NO a todas las prácticas conocidas y ejercidas hasta el momento por el «honorables Congreso de Colombia».  No a la mermelada; No a la financiación de la campaña; No a visitar los barrios o abrazar ancianas ni alzar niños; No ofrecerá puestos ni contratos a cambio de los votos; No aceptaré un solo privilegios del Congreso; No verán afiches míos en las paredes de ninguna ciudad.  En fin promesas de todos los candidatos para atraer calentanos que les den el votico pero luego la memoria borra. Valiente Gustavo Bolivar que las deja por escrito. Se le reconocen sus buenas intenciones pero falló en la base: perder la independencia para ir contra las instituciones con críticas acertadas, porque de salir elegido formará parte de esa cuestionada institución.  Extraño al agüerrido periodista raso que recorría las calles polvorientas de Ciudad Bolivar con su chaqueta de cuero café en busca de historias para denunciar las cuales fueron la base de su éxitosa serie «Pandillas guerra y paz».  Perdemos temporalmente a un excelente escritor de realidades con espacio propio para darle paso a un congresista más si es que sale elegido en las próximas elecciones. ¿Cómo Petro lo convenció?