Desde que se encuentra solita sentimentalmente el talento histriónico de Májida Issa se ha dimensionado al máximo.  Es un éxito tras otro.  Cosecha que tuvo su punto máximo con la nominación de su primer trabajo discográfico a los Premios Grammy Latinos en la categoría de Cumbia-ranchera «Pero no llorando» grabado con el Mariachi Contemporaneo y ahora reverdece con la puesta en escena de la obra músical «Chabela Vargas» a partir de la próxima semana en el Teatro Idartes, dónde Májida le dará vida a la famosa Costaricence, dueña de una voz grave y aguardientera conquistadora del mundo a pesar de sus orígenes humildes y  poca ilustración.  Es el segundo paso de animal grande de Májida en su recién estrenada carrera músical dónde se está consolidando como intérprete porque estará casi que en un mano a mano con la consagrada cantante y también actriz Natalia Bedoya, participante del reality «Popstar» quién le dá vida a otro ícono de la revolución femenina Mexicana Frida Khalo, una de las amantes de Chabela.  Cero y van cuatro músicales para Májida: Helenita Vargas «La ronca de oro», «Chabela Vargas» un ícono de la canción popular en el mundo como Helenita en Colombia; «Mujeres a la plancha»  y ahora «Planchando el despecho», amén de sus roles en las diferentes novelas dónde ha participado últimamente, especialmente «Sin senos si hay paraíso», que va por su tercera temporada y en la cual se robó el protagónico sin serlo gracias a su talento actoral.