Hoy cuando todo el mundo se rasga las vestiduras por el fallecimiento de Luis Guillermo Sánchez , más conocido como Pepe Sánchez hay que decir “murió en su ley”. Y no es ninguna ofensa para el Maestro Pepe, quién aparte de ser un excelente director, buen actor, gran creador de historias, fué un apasionado de la vida y se la gozo hasta el última minuto. Porque nadie más mamador de gallo de algunas situaciones vividas por él que el propio Pepe, especialmente en sus últimos años de existencia cuando a pesar de su talento, credibilidad, experiencia y conocimiento tuvo que pasar situaciones muy difíciles como separarse de su última esposa y sus dos pequeños hijos por falta de recursos económicos para sostenerlos de acuerdo con sus declaraciones en el programa “En exclusiva”, dónde le rendimos homenaje a toda una vida del Maestro. Y. justamente lo que más lamentó fue el estar sin trabajo al final de sus dias y cuando más lo necesitaba por ser padre de dos pequeños de 11 y 13 años quienes se fueron con la mamá a los Estados Unidos buscando un mejor estar. Falleció burlando de si mismo y añorando su querido “bongó”, el instrumento músical que tocaba para desestresarse. Pepé se fué a alegrarle el rato a sus nuevos compañeros que lo reciben con los brazos abiertos.