Finalmente Verónica Alcocer, una profesional, esposa, madre, hija ha respondido con sentimiento, indignación, tristeza y desesperanza mediante un comunicado publicado el 4 de diciembre del 2025, a las diferentes acusaciones, ataques, comentarios desobligantes que muchas personas han escrito en sus redes, desprestigiandola, colocando su reputación por el piso insinuando que esta desfalcando el presupuesto del estado por el hecho de vivir actualmente en Suecia con sus hijos pais al cual se traslado buscando protección para su familia como para ella misma, luego de recibir amenazas de todo tipo por el solo hecho de ser la esposa del Presidente de la República a quienes muchos detestan. Obviamente el talón de Aquiles de cualquier ser humano son sus allegados por eso comenzaron a enviarlos dardos a esta mujer alegre, carismática, luchadora que nada contra corriente para continuar con su vida a la cual tiene derecho. Jamás en la historia de la Presidencia de Colombia se habia presentado una situación semejante con las «Primeras damas», como se les denomina odiosamente- Ellas finalmente hacen labor social y lo expresan de diferente manera. Que no le perdonan a Verónica Alcocer? su positivismo y espíirtu emprendedor? Tiene toda la razón Cuando escribe » Duele profundamente cuando la persecución y la calumnia intentan quebrar la verdad, la justicia y el buen nombre». Inclusive el diario sueco que mencionó como vivía Veronica en Suecia utilizo la palabra «supuestamente» mientras en nuestro país lo dieron por hecho. ¿Dónde están las pruebas?. Que las pruebas. Porque esto no se va a quedar asi, dicen los que saben. Que ser humano más vilipendiado y que capacidad de aguante. ¡no hay derecho!

Verónica Alcocer es hoy por hoy la mujer más vilipendiada de Colombia por todas las Acusaciones que recibe de algunos enemigos del Gobierno por «supuestamente» vivir en Suecia a expensas del mismo. Sin pruebas la tienen en el «ojo» del huracán, por eso el comunicado enviado éste jueves 4 de diciembre por ella tiene pensando a muchos de sus acusadores. Y con razón. ¡No hay derecho!