En su momento la separación de la deportista Daniela Ospina del crack del futbol Colombiano James Rodriguez causó asombro. Parecían la pareja ideal y ni por la imaginación de los cercanos paso la posibilidad de una separación mas aún cuando llevaban una vida muelle en España. Sin embargo, los rumores llegaban de allí de la madre patria acerca de cómo marchaba la parejita de los Colombianos. La situación se tornaba insoportable para ella por cuanto la comparaban físicamente con las esposas de otros jugadores del Real Madrid, todas de físico espectacular, modernas, vestidos con las tendencias de la moda Europea, siempre bien puestas como modelos de revistas. Daniela no estaba ni cerquita de las apariencias y las comparaciones con ellas y se sentía mal en desventaja. Especialmente se acomplejaba por su nariz que posteriormente mejoró con rinoplastia y le quedo tal como la luce ahora. Mientras tanto el joven, fogoso, famoso y apetecido y de moda James era perseguido y deseado por duquesas, condesas y aristocráticas mujeres de la sociedad española, siempre deseosas de conseguir un marido destacado y creyeron que sería presa fácil de sus desbordados apetitos. Al jugador lo veían mucho disfrutando de las noches madrileñas. A Colombia llegaban noticias del acontecer de la parejita y cómo el matrimonio se iba deteriorando. «Supuestamente» la gota que derramo el vaso, según los comentaristas deportivos Españoles fue la decisión de Daniela de someterse a unos retoques plásticos en su rostro, que le costaron banstante dinero sin comentárselo a su marido. Esto molestó al Cucuteño y ahondo la crisis. Cierto que Daniela se arreglo la nariz y es evidente en las fotos del antes y el después. ¿Qué otros ajustes se hizo? Habrá que preguntárselo al cirujano. El tema ha salido a flote nuevamente ahora que ella ha decidido hablar de las causas de su separación de James y muy por encima abordó el tema de cómo se sentía frente a las espectaculares mujeres de los compañeros de James. No es para menos. De hecho el sólo ser de América del Sur, ya hace que ellos se refieren a los nativos de éste continente como «los sudacas», con mucho desprecio. Daniela especialmente lo debió soportar en silencio, porque la discreción la ha acompañado. Ahora en otra etapa de su vida finalmente lo saco de su diario vivir, No a James porque siempre será el papá de Salomé, sino de las situaciones díficiles que vivió y ahora son solo una recuerdo más. Aplauso para Daniela.

Daniela Ospina antes de su rinoplastia que es muy evidente en las fotografías cuando muy jóvenes estaban enamorados con James Rodrigue su ex-esposo.

Daniela Ospina con su look actual. Glamorosa, moderna, nada que ver con la imágen que tenia cuando vivia en España con James. Es indudable el cambio.