Pareciera que estamos regresando a la tenebrosa época de la economía subterránea, cuando las amenazas a los medios de comunicación por publicar cualquier cosa o entrevista, eran blanco de todo tipo de amenazas. El universo nos libre de volver a esa época oscura, pero resulta que no. Al contrario: está renaciendo. Sólo así se puede admitir que por la entrevista realizada a la actriz de cine para adultos Esperanza Gómez, el reconocido periodista Daniel Muñoz, corresponsal de Telemundo en Colombia haya recibido impactantes amenazas de muerte dónde le advierten «que dejara de hacer tantas preguntas sino queria amanecer con las moscas en la jeta», la historia de fondo tiene que ver con la respuesta dada por la Vallecaucana al periodista cuando le pregunto» si había recibido alguna propuesta» de una persona importante para pasar un rato con él y ella contesto «Si, un Ministro me ofreció diez mil millones de pesos por tener sexo con él. Inició ofreciéndome tres mil millones y fué subiendo la oferta hasta llegar a los diez mil» y sigue la entrevista aclarando algunos detalles más. Naturalmente la entrevista se viralizó todo el fin de semana, a nivel nacional e internacional precisamente por éste tema precedido por el escándalo correspondiente que ahora aumenta por las amenazas de muerte a Daniel Muñoz. Supuestamente la actriz le dio entrevista a Caracol y dijo que la habían malinterpretado. ¿Pero cual malinterpretación si la entrevista esta en la Red viral dónde se puede ver y constatar por si mismos las declaraciones de Esperanza. A este tema las autoridades deben ponerle cuidado porque no debemos regresar a los tiempos de los noventa cuando todo se solucionaba callando a los medios mediante amenazas. ¡Abrazo solidario para el pilo Daniel y que todo se solucione sin poner en peligro su vida una vez más!

Por la entrevista realizada a Esperanza Gómez este fin de semana y viralizada en todos los medios éste fin de semana «Fiestas de San Pedro y San Juan», el periodista Daniel Muñoz recibió amenazas de muerte en la calle. ¿Y las autoridades que deben protegerlo dónde están?